Ante todo quisiera aclarar que considero que la llamada Crisis Económica se trata en realidad de una crisis política, pues el reflejo de la crisis en lo económico y en lo financiero es el síntoma, no la causa. De la misma manera que la fiebre es el síntoma que nos advierte de una enfermedad, aplicar un antitérmico sólo sirve para enmascararla y, si es muy grave, el enfermo puede llegar a perder la vida (eso sí, sin fiebre), con las medidas que se están aplicando para retardar el fracaso al que estamos abocados (combatir el endeudamiento con más endeudamiento), llegaremos a una situación irreversible. Las pymes son, junto con los ciudadanos, quienes más están soportando esta crisis.
En una reunión profesional que mantuve con ocasión de una inspección fiscal, quedó demostrado que el incremento del IVA en un 12,5% (pasar del 16% al 18% se traduce en una subida del 12,5%) supuso el cierre para la empresa a la que representaba, que se dedicaba al sector textil. Como el consumo final quedó muy tocado, las Pymes para las que producía mi cliente no pudieron absorber toda la oferta y la compañía no pudo mantener los niveles de producción anteriores, por lo que tuvo que presentar el cierre patronal. A consecuencia del cierre, la empresa tuvo que someterse a una inspección fiscal que resultó positiva, sin coste alguno, pues la contabilidad estaba impecable al igual que las obligaciones fiscales. No obstante, por si acaso, la Administración velando por los intereses del Estado inspeccionó la sociedad.
La liquidación de la empresa envió a veintidós personas al paro, a la vez que supuso la pérdida de 190.000 euros al año en impuestos para las arcas del Estado. Recientemente, ante las dificultades que atraviesa Grecia, los políticos responsables de ayudar a su maltrecha economía consideran incrementar el IVA entre un 11% y un 23%. No tengo datos referidos al número de pymes en este país, pero es de esperar que esto provoque muchos cierres, dado que las difícilmente las empresas podrán absorber un aumento del IVA semejante. En caso de seguir adelante, lo harán a costa de disminuir los puestos de trabajo y ofrecer menos calidad, lo que adelantará la caída definitiva de Grecia.
Fuente: Civismo.org
